
A Media Colina se estará, con un crucifijo, quizás, con nuestras palmas empolvadas, o nuestros pies magullados.
De reojo miraré la acequia imperturbable.
Miraré el verde claroscuro que no cesa de aclararse y oscurecerse. Miraré su verde centellante, sin culpa y sin gloria, comprendiendo mi finitud.
Calzado incómodo (acomodado a). Piernas de reptil. Náuseas microscópicas. Y menudencias naturales y artificiales.
Partir, de lejos y de cerca.